Pero llegué a un punto de mi vida que ya no es divertido tener sueños lucidos, porque al saber que estoy en un sueño y es lúcido, ya no me parece bacán imaginarme cosas que sé que no son verdad, sólo me bajonea saber que invento lo que no es real.
De hecho, manipular un sueño no me es tan fácil. Suelo ser consciente de que estoy en un sueño, y cuando no lo soy es porque estoy en una pesadilla y me despierto en otro sueño muchas veces a lo Nolan. Pero el primer paso siempre es sencillo, ya manipular es difícil, porque se te cruzan otras ideas y es difícil configurar muchas cosas de forma permanente en un mismo espacio al mismo tiempo, es como mastermind la wea.
Soy una persona de muchos pensamientos negativos intrusivos, y esto se refleja directamente en mis sueños; cuando quiero crear un escenario me es muy facil arruinarlo pensando que será interrumpido o arruinado por otras situaciones, cosas o personas. Pero debo admitir que con esfuerzo logro mi cometido.
Pero es entonces que lo imaginario es cotidiano, volar no es tan divertido, y soñar con romances tampoco, porque todo es falso. Lo único que trasciende al mundo real son los sueños húmedos, los orgasmos, y de eso soy adicto.
Mi meta suele ser llegar al orgasmo, y para esto debo crear personajes y situaciones, también impedir que los familiares se me crucen. Normalmente lo logro y me despierto en el orgasmo.
Un don que siempre manipulo, a no ser que tenga pesadillas, que son mas de la mitad de mis sueños últimamente.